jueves, junio 26, 2014

Cuando lo público se vuelve privado en educación



Educación: no es un negocio
Por: Gabriel Vela Quico



















El Ministerio de Educación ha decidido este año crear la modalidad de Asociaciones Público Privadas, más conocidas como APP. Su propósito será mejorar la operación, mantenimiento y construcción de infraestructura de las instituciones educativas públicas. Este programa de Infraestructura Educativa permitiría cubrir la brecha aproximadamente de 56 mil millones de soles, o sea, el 10 por ciento del Producto Bruto Interno (PBI). Serían varios los colegios e institutos de educación superior a nivel nacional que serán “beneficiados” por esta forma de asegurar el mantenimiento de las escuelas del país. Por ejemplo en el caso de Arequipa tenemos a los institutos Pedro P. Díaz y Honorio Delgado Espinoza y de otro lado a los colegios Muñoz Nájar, Arequipa, Belaúnde, Libertadores de América, Charlotte, Pío XII, Basadre, Inmaculada y en el caso de  Camaná agl colegio Sebastián Barranca.

La propuesta parece haber surgido en la lógica de “gastar” el presupuesto que se tiene para educación, gastar parece ser la palabra clave para el nuevo ministro, aliado del ministro de economía y de claro corte economista. Lo bueno que este mantenimiento no implica cuotas de APAFA ni cuotas extraordinarias, sino las APP operan con fondos públicos y tendrán como reto asegurar con experiencia y calidad el mantenimiento físico (infraestructura) de los colegios seleccionados.
La APP pareciera ser una respuesta al déficit de infraestructura en las escuelas públicas que cada año se repite primero como tragedia pero después como comedia, pero incluso el mantenimiento de las escuelas públicas en manos privadas sería una forma de contrarrestar la corrupción de ALGUNOS directores o directoras que inflan presupuestos, sobre elevan costos, entregan obras a familiares consanguíneos o sencillamente REPITO ALGUNOS directores no hacen casi nada con ese dinero.
Pero esta situación tiene tres problemas. La primera es que el Ministerio de educación quiere demostrar que lo privado camina mejor que lo público, en ese afán están varios gobiernos, no porque estén valorando costo beneficio sino esencialmente porque el modelo privatizador dice   que la rentabilidad (negocio) tiene éxito también en los servicios públicos como educación o salud.  Lo otro grave es que la transparencia de la cosa pública no puede darse en empresas privadas de modo que se reduce a cero las posibilidades de control social, de rendición de cuentas, de velar por el bien del tesoro público.
Nadie se opondrá a que mejoren las condiciones en que se brinda la educación, nadie va a querer que sigan aulas en mal estado, sillas destruidas, servicios higiénicos en emergencia, nadie se opondrá a que las áreas verdes se encuentren protegidas. Pero ese no es el tema. El tema es que de paso en paso se llega a la conclusión que el estado debe dejar en manos privadas la educación, porque es más eficiente, más exitoso o porque lo público ha ido fracasando cada vez que se quiso encargar algunas tareas. Algo de cierto hay en ello y de eso somos responsable también quienes trabajamos en el sector estatal y hacemos poco o nada para lograr eficiencia, pero ese algo no es suficiente. El pragmatismo no puede ceder el paso a lo estratégico.
Las condiciones de educabilidad deben ser bien hecha desde lo público, desde el interés general. ¿Debe avanzar la tendencia privatizadora en los quehaceres educativos?