domingo, diciembre 29, 2013
domingo, diciembre 22, 2013
DESARROLLO DE LA ASERTIVIDAD MEDIANTE EL PROGRAMA DE RESILIENCIA “SAYARI” EN ESTUDIANTES DE EDUCACIÓN BÁSICA ALTERNATIVA
La presente investigación busca determinar los
efectos del Programa de Resiliencia “Sayari”, elaborado dentro del enfoque de la Psicología Positiva ,
en la conducta asertiva de los estudiantes del Centro de Educación Básica
Alternativa CEBA “Guillermo Mercado Barroso” (Alto Selva Alegre, Arequipa). Busca
responder a las preguntas específicas: ¿Cuáles serán las conductas asertivas
que presentan los estudiantes?, ¿Cómo debe diseñarse y aplicarse un Programa de
Resiliencia para desarrollar la asertividad? y ¿Qué eficacia tendrá el
programa?
Los resultados generales analizados con el estadístico
no paramétrico de la “t” de Student, muestran
un nivel de significancia en la Auto-Asertividad (grado de respeto en uno mismo de los derechos asertivos básicos) más no en la Hetero Asertividad
(grado de respeto en los demás de estos
mismos derechos). Además se ha desarrollado adecuadamente cinco derechos
asertivos: hacer las cosas de manera imperfecta, cambiar de opinión, hacer
peticiones, rechazar una petición y expresar sentimientos. Se concluye además que
es posible extender el programa a otros estudiantes de la misma modalidad para
desarrollar la asertividad.
PALABRAS CLAVE: Asertividad,
Programa de Resiliencia
martes, agosto 13, 2013
DISCURSO EN LA BODAS DE PLATA Sábado 1 de diciembre del 2012
Queridos docentes, queridos amigos.
Han pasado 25 años desde que egresáramos de éstas aulas. Y 25 años no
pasan en vano. Es un cuarto de siglo. No sólo nos hemos envejecido sino que
además hemos madurado, una cosa es tener 25 años y otra es tener un año
repetido 25 veces. Si sumamos toda la experiencia acumulada por todos en todos
estos años hemos tenido en nuestras mano miles de niños o adolescentes capaces
de ser mejores ciudadanos para producir cambios. Y es que la vida es esencialmente
producir cambios. Y esto lo aprendimos en las aulas, en los patios, en esta
facultad, en esta universidad, de nuestros docentes, de nuestros compañeros, de
nuestras discrepancias, de nuestros esfuerzos, de nuestras familias, de nuestro
pueblo.
1. La época en
que vivimos
Somos parte de lo que los antropólogos llama la generación Baby boomer (explosión
de natalidad, como el hecho de tener muchos hermanos) y somos parte de la
generación X porque fuimos testigos de grandes cambios como la caída del Muro
de Berlín, la explosión del Challenger, las privatizaciones, vimos la aparición
y difusión del Sida.
Sin embargo, somos una generación antes que una promoción. Una
generación sobrepasa los marcos de un año cronológico. Lo que vivimos e hicimos
van más allá de uno o cinco años. Venimos de los años 70, estudiamos en los 80
y trabajamos desde los 90. Es un continuo inacabable.
Quiero que recuerden que dos años antes de empezar a estudiar en la UNSA , (1978 y 79) hubo dos largas
huelgas del sutep, triunfaba la revolución nicaragüense, se promulgó
la nueva constitución peruana. En 1980 sendero luminoso empezaba en Chuschi su
guerra popular con tremendas consecuencias hasta la actualidad. En ese mismo
año (1980) Belaunde empezaba su segundo gobierno pero terminamos a mediados del
gobierno de García con toda la hiperinflación que conocímos. Así de convulsionada
fue nuestra época.
Pero vivimos también la época de la música de romántica de Camilo Sesto,
la disco post Travolta, los Menudo, los Jarkas y el Wayayay, Víctor Jara, Martina
Portocarrero, hasta Chacalón o Pintura Roja. Somos herederos de ese contexto
que no sólo influyó en nuestro aprendizaje sino que, como dice Lev Vigotsky,
fue parte de nuestro aprendizaje.
2. La época que
hicimos:
Como olvidar nuestros primeros días cuando éramos cachimbos. Ingresar a
la universidad fue esfuerzo de nuestros padres o familiares a quienes estamos
muy agradecidos. Éramos mayormente adolescentes y solteros, y en algunos casos éramos
casados y con familia, pero cualquiera que fuese el estado civil teníamos esas ganas
de estudiar, de aprender, de ser profesores.
Vivimos la época universitaria donde no había computadoras, ni TV a
color o TV por cable, ni proyector multimedia, ni celular, ni robótica, ni fotocopiadora
o pizarras inteligentes. Pero aprendimos muchos de la pregunta, de la máquina
de escribir, del stencil, de la lectura de libros físicos, de la dialéctica en
el aula, de las visitas de campo cuando de los exámenes o las prácticas pre
profesionales o de nuestras tesis.
Recuerden que estudiamos muchos años en el pabellón antiguo, de sillar, tipo
de colonial, con pileta en el centro. Somos prácticamente los últimos en
estudiar en ese pabellón de sillar. Recuerden el aula de instrucción programada
en el segundo piso, la biblioteca con el Sr. Carcausto o impresiones con el Sr.
Pedrito, la limpieza de las aulas con el Sr. Bernedo o Chayña; la secretaria, Sra. Laura, Sheyla o Maritza.
Como no olvidar a nuestros distinguidos catedráticos, decanos y a
nuestros profesores.
Así por ejemplo en el primer año, los inmensos cuadros sinópticos de un
extremo a otro de la pizarra de don Genaro Rodríguez con inmenso carro blanco;
como olvidar los extensos dictados del profesor Fuentes para aprender a
redactar solicitudes o memoriales; las clases serias y cargadas de datos de
Biología a cargo de Ezquivel; el tono de voz bajito y sereno de un exigentemente
puntual profesor que cerraba la puerta a las 7 de la mañana, Don Berting Flores.
Las clases alegres aunque difíciles de Matemática de la profesora Rosita.
Pero en ese primer año nos marcó hasta hoy, la lucidez académica, el estilo
impecable desde todo punto de vista, sus dotes altamente impresionantes de sus
clases y la eterna discusión epistemológica del carácter científico de la
pedagogía a la luz de las lecturas de Piscoya con nuestro distinguido profesor Dr.
Javier Talavera Salas.
En igual nivel, con alegría y un intenso optimismo, donde aprendimos a usar
fichas, a subrayar, a tomar apuntes, a emplear el método EFGHI y todo ese mundo
maravilloso de los métodos y técnicas del estudio que hoy los psicólogos
educativos se refieren como “estrategias de aprendizaje”, a cargo de nuestro
hoy vicerrector académico, Dr. Víctor Hugo Linares Huaco.
También debemos recordar que en segundo cada uno iba a su especialidad. No existía la especialidad de
primaria ni la de idiomas o informática o educación física. Lengua y literatura
se creó un año después. Allí cada uno tiene sus recuerdos, y reconocemos el
valor imponderable de distintos profesores como los doctores Walter Fernández,
Hernán Portugal, Arce en Matemáticas; Pajarito Valdez, Cisneros Cuadros, Uchurajón
en Sociales; Bacacorzo, Callata, en Lengua y Literatura, a don Renato Cáceres o
Edwin Bernedo en bioquímicas, a Angélica Flores en inicial. Recordamos también a Isaac Tapia, a Rolando
Cornejo, a Tomás Oporto, a Martín Mestas, a Guillermo Salinas, a Eduardo
Chacón, entre otros, disculpe las omisiones.
Nuestra promoción, o mejor nuestra generación, fue gestora de las
Escuelas de Verano, verdaderos laboratorios de aprendizaje en beneficio de los
pueblos jóvenes no sólo de Arequipa sino de sur país como Puno, Cuzco, Tacna,
Ica, Ayacucho, Lima, etc. Estas y otras actividades fueron obra del Centro Pedagógico
de Investigación y Proyección Social “César Guardia Mayorga”. Fuimos la
promoción que realizó dos subidas exitosas al volcán Misti, nuestra
participación en el I Congreso de Pedagogía Científica en LIma, y la
organización de los Encuentros Nacionales de Estudiantes de Educación que luego
se volvieron Congresos Nacionales, hasta la actualidad. Fuimos una generación
diversa con consensos y descensos, con muchas pasiones. Nos gustaba, y aun nos
gusta preguntar porque de ella surge la verdad, a mayor cantidad de preguntas mayor
cantidad de respuestas. También fuimos una generación que luchó en las calles
por la defensa de la autonomía de la universidad, de las rentas, de un nuevo
estatuto agustino hoy vigente. Un grupo de compañeros ingresamos en huelga de
hambre en defensa del rango profesional de la carrera antes que “mando medio”.
Cultivamos el deporte y la música, la poesía y sobre todo el estudio. De todo
ello nos sentimos orgullosos y gracias a todos por hacernos igualmente diferentes.
Será por eso que García Márquez dijera: “La vida no es la que uno vivió, sino
la que uno recuerda y cómo la recuerda para contarla”.
3. La época que
construiremos
Finalmente, llevamos el nombre de la promoción al insigne maestro Manuel
José Antonio Encinas Franco, excelente profesor de la 881, rector de San
Marcos, hombre de izquierda y verdadero maestro en varios campos como la
antropología, el derecho y esencialmente la educación. Como herederos de este
legado
Nos toca ahora, en los años que viene a seguir con
redoblado esfuerzo construyendo el mañana, construirlo día a día, con nuestros
hijos y con nuestros estudiantes. Aunque seamos vilipendiados por los sucesivos
gobiernos, aunque ser profesor sea una forma peligrosa de vivir. Como dijera Manuel
Escorza “Yo te digo, a pesar del dolor, a pesar de las patrias derrumbadas, ama
a los gorriones. Amigos, aunque os golpeen, jamás perdáis la fe; aunque vengan
días sucios, jamás perdáis la fe, aunque yo mismo os ruegue de rodillas, no me
creáis, amad la vida, y guardad rocío para que las flores no padezcan las
noches canallas que vendrán!”
Colegas de la promoción, nos ha tocado el reto de
aprender y enseñar. Somos eternos estudiantes, y recuerden que la vida es un
incesante aprender. No sigamos la ruta de quienes creen que la vida es un
carnaval o una diversión. Aquellos viven sólo instantes que se pierden, como
dice Eduardo Galeano, son fuegos “bobos”, no alumbran ni queman. No sigamos
tampoco aquellos que creen que la vida es una pelea, una lucha permanente, una
incesante batalla. Por eso ven aliados y enemigos, ven sus intereses y sus
juegos de estrategias. Ni la vida es un carnaval ni la vida es eterna pelea. La
vida es aprender, y hoy 25 años después redoblamos nuestra fuerza y voluntad
para volver a estas aulas que, parafraseando a Marco Martos “No es este tu
país, (NO ES ESTA TU UNIVERSIDAD) porque conozcas todos sus linderos, ni por el idioma común, ni por los nombres de sus muertos. Es este tu
país, (ES ESTA TU UNIVERSIDAD) porque si tuvieras que hacerlo, lo elegirías de nuevo, para construir aquí todos tus sueños”.
Muchas gracias,
Gabriel Vela Quico.
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