viernes, marzo 07, 2014

Galería de fotos de Guillermo Mercado Barroso



Entrañable poeta y colega profesor:

 No es muy usual en nuestro medio rendir homenaje a los nuestros. Estamos acostumbrados a encumbrar las virtudes de los foráneos, pero en cambio nos seducen destacar los defectos de los nuestros. Una suerte de miopía y baja autoestima golpea en los esquemas mentales de los peruanos. Sin embargo, a pesar que esa sea una constante en la crítica literaria y política como en los anuncios periodísticos, no podemos como arequipeños, sureños y peruanos dejar surcar en marzo el centenario del nacimiento de don Guillermo Mercado Barroso (25/03/1904 – 7/8/1983). Nuestro poeta es a todas luces el mejor indigenista arequipeño y el maestro primario más representativo de nuestra blanca ciudad.

Ha don Guillermo lo recordamos con su corbata michi, su voz profunda y clara, su figura frágil, su cigarro, su charlas amigables, su buen vestir y sobretodo por su forma personal de tratar y conversar con los demás. Lo vimos en las aulas, en los recitales, en los conciertos, en los cafés y en su biblioteca. No es fácil combinar la poesía con la docencia y combinarla al mismo tiempo con el periodismo y la política. Es más cómodo abordar el arte separado de la política, es muy complejo aún  hacer de la política un arte. Pero, don Guillermo, nacido un 25 de marzo de 1904, aquí en las casas mistianas y radicado durante años en las amplias casonas de la calle Cruz Verde, se le encuentra esa mezcla armónica entre el verso y la acción, entre la sensibilidad social y el compromiso educativo, entre la poesía y la política.

Quizás le debamos a él también, el respeto al indio que estudia en las escuelas nocturnas, el amor incondicional al niño y esa beligerante defensa de la escuela pública, la vida y la belleza. En lo educativo ensalzó a la escuela de la época a pesar de las limitaciones existentes, esa escuela tan venida a menos por esas odiosas pruebas estandarizadas europeas que sólo ven “resultados” y no “procesos” y mucho menos “condiciones”. No en vano Guillermo estuvo atareado entre las auroras del movimiento social peruano a inicios del siglo XX, admirador primero de Haya de la Torre, terminó simpatizando con las ideas socialistas con José Carlos Mariátegui. Periodista pulcro, autor de Oro del Alma, Inampu, 7 poemas para una tarde, El Donato, Un Chullo de Poemas, etc. pasó no sólo de ser director de una escuela primaria en la Antiquilla, sino llegó a encabezar organismos comprometidos con la cultura como la ANEA, la Biblioteca Nacional del Perú o el Instituto Nacional de Cultura. Los premios y galardones le sucedieron con la edición de sus obras, modestamente financiadas con su sueldo.

Una lluvia de actividades ha recargado el programa de los cien años de don Guillermo Mercado Barroso, pero hay en este afán grandes ausencias y hay aún persisten mezquindades. Poco difundida está su obra, poco estudiado están sus versos. En lo educativo aún no hay ningún trabajo serio que haya reivindicado su especial cuidado por la estética, lo ridículo y el rol del profesor, en especial el profesor(a) de educación primaria. Hay allí una deuda social.

A don Guillermo no le agradaban los homenajes ni mucho menos los aplausos, solo sentía el placer de trasladar el mensaje desde el hondo del alma, y decirlo con la luminosidad que dan los años, las vivencias humanas, la formación de educador y el compromiso por los niños, los indios y su Arequipa. Empero, con los cien años de sus natalicio lo menos que podemos hacer es recordarlo en sus poemas, sus amistades como Gabriela Mistral, sus escritos periodísticos y su imperecedera personalidad humana.





1 comentario:

yaneth sucasaca dijo...

Que bonita nota, actualmente me encuentro realizando una investigación donde un ítem es Guillermo Mercado, su pudiera conversar con usted sería genial. Mi correo es: yanethsucasaca@gmail.com